¿Recuerdas cuando hablamos de la diferencia entre capacidades, habilidades y competencias? Después de compartirlo empezamos a pensar si sería posible que la Inteligencia Artificial pudiera obtener, aprender o mejorar algunos de estos conceptos de forma individual. ¿Qué opinas?
La inteligencia artificial es una herramienta realmente poderosa analizando grandes datos y realizando tareas rutinarias. También es muy buena para predecir el futuro, resolver problemas, tomar decisiones o hacer recomendaciones, pero claro, no tiene ni idea de cómo cocinar una comida o escribir una canción, pero puede hacer todas estas cosas mucho mejor de lo que podría hacer cualquier humano.
De la Inteligencia Artificial se puede esperar mucho: es muy poderosa analizando datos o resolviendo problemas.
La IA se creó al comienzo con un objetivo: el análisis de datos. La mayoría de los sistemas de IA se basan en cantidades masivas de datos para hacer predicciones precisas sobre el futuro (o incluso para tomar decisiones básicas). Cuanta más información se les proporcione (y cuanto más precisa sea esa información), mejores serán esas predicciones: ¡por eso empresas como Google están tan interesadas en crear mejores motores de búsqueda mediante algoritmos de aprendizaje automático!
Si embargo, todavía está limitada en cuanto a algunos aspectos.
Por ejemplo, la IA no puede entender el contexto de una situación, y definitivamente no puede entender la perspectiva humana. De hecho, no puede entender la mente humana. Esto hace que la inteligencia artificial tenga dificultades para analizar nuestros pensamientos, sentimientos y emociones, así como nuestras experiencias y nuestra base de conocimientos.
De esta forma, actualmente, esta inteligencia no puede aprender ni desarrollar las capacidades o habilidades de ninguna forma.
De hecho, no puede entender la experiencia humana porque todavía no existe un algoritmo que pueda trazar este tipo de datos, o si lo hay, no lo conocemos No puede comprender por qué hacemos lo que hacemos: su único objetivo es alcanzar metas específicas establecidas por los humanos a través de códigos de programación o algoritmos de aprendizaje automático.
La IA no tiene creatividad.
¿Y qué pasa con la creatividad? Ni tiene ni se la espera. La IA no es creativa porque no puede pensar fuera de la caja. Existen actualmente herramientas que permiten crear contenidos con Inteligencia Artificial. Sin embargo, realmente no será capaz de crear algo nuevo u original, algo que a cualquier persona, como ser humano y con una propia perspectiva única, no se le hubiera ocurrido primero.
Las IA tampoco tienen ningún concepto de cultura y valores; se limitan a seguir las reglas que les han programado los humanos (sin cuestionarlas).
Lo mejor puede venir de la combinación de la IA con las habilidades humanas.
La IA puede utilizarse para crear sistemas que superen las capacidades humanas normales en muchos aspectos, pero existen limitaciones. Es importante entender estas limitaciones para que podamos trabajar con este nuevo sistema como un socio en lugar de simplemente tratar de lograr una tarea a través de la fuerza bruta y esperar el éxito.
La tecnología de la IA es todavía joven y no lo sabe todo. Todavía no es capaz de resolver todos los problemas de la vida. Hay cosas que los humanos nunca podrán hacer mejor que la IA, como jugar al ajedrez a nivel de gran maestro o terminar problemas matemáticos multidimensionales en su cabeza (aunque esto último podría no importar mucho). Pero también hay cosas que no puede hacer tan bien como los humanos:
- Entender las emociones de las personas
- Reconocer objetos sin ningún contexto
- Tomar decisiones morales basadas en muchos factores en lugar de un solo factor (como el dinero)
- Modificar su propio código en función de la nueva información (o la falta de ella) durante la ejecución en tiempo real…
¡La lista es interminable!
De todas formas, si nos centramos únicamente en las áreas en las que tanto los humanos como las máquinas tienen capacidades similares en este momento, encontraremos muchas coincidencias entre ellas, y probablemente se nos ocurran algunas ideas geniales sobre cómo podríamos combinar la inteligencia humana y la de las máquinas para obtener resultados aún mejores que los que nos daría cualquiera de ellas por separado…
Aunque la IA seguirá desempeñando un papel importante en nuestras vidas y en la sociedad, nunca podrá sustituir al elemento humano.
Los seres humanos somos capaces de más de lo que nos creemos. Podemos resolver problemas complejos y tomar decisiones que los ordenadores no pueden reproducir. Sabemos contar historias, crear arte y establecer relaciones entre nosotros que ninguna máquina podría igualar. Por ello, los humanos siempre serán necesarios como socios de la IA o como líderes que guíen sus acciones.
La IA no es sólo una herramienta, sino un socio en nuestra búsqueda de la innovación y el progreso, ya sea trabajando juntos en la investigación médica o compitiendo entre sí en torneos de ajedrez.
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