A la hora de hablar frente a una cámara muchas personas se sienten cómodas, les gusta salir en cámara y se sienten más tranquilas para contar lo que quieran. Por el contrario, otras no tanto. A veces, pensamos que la cámara no lo transmite. Sin embargo, a través de un vídeo podemos transmitir nuestro nerviosismo o inseguridad.