La sobrecarga cognitiva es un término utilizado para referirse al exceso de estímulos o información a los que una persona se ve sometida, lo que puede dificultar su capacidad para procesar y actuar de manera efectiva.
- La sobrecarga cognitiva es un problema común en el aprendizaje tradicional, que puede ser mitigado mediante el uso de herramientas y estrategias de e-learning.
- El e-learning ofrece una gran variedad de opciones para adaptar el ritmo y la complejidad del contenido al nivel y las necesidades de cada estudiante, lo que puede reducir el estrés mental y mejorar la retención de información.
- La gamificación, la microaprendizaje y el uso de inteligencia artificial son algunas de las técnicas que se están utilizando para mejorar la eficacia del e-learning y reducir la sobrecarga cognitiva.
La sobrecarga cognitiva puede ocurrir cuando una persona tiene demasiadas tareas o responsabilidades que deben ser realizadas de manera simultánea, o cuando se encuentra expuesta a una cantidad excesiva de información nueva o compleja.
Los principales síntomas de la sobrecarga cognitiva
Puede manifestarse como:
- Fatiga mental
- Confusión
- Dificultad para tomar decisiones
- Disminución en la productividad
Es importante tener en cuenta que la sobrecarga cognitiva es un fenómeno temporal y reversible, y puede ser manejada de diversas maneras, como establecer prioridades, dividir tareas en partes más manejables y tomar descansos regulares.
La sobrecarga cognitiva en el mundo del e-learning
En las configuraciones de e-learning, la sobrecarga cognitiva tiene que ver con la cantidad de contenido más que con su naturaleza inapropiadamente personal.
Existen tres tipos principales de carga cognitiva que deben tenerse en cuenta al desarrollar cursos de e-learning: intrínseca, extrínseca y germana.
Por separado, cada uno de ellos puede dificultar la retención de conocimientos. Pero si el diseño de su curso inflige las tres, es probable que los alumnos salgan más confundidos y abrumados que nunca. En primer lugar, echemos un vistazo a los tipos de carga cognitiva que hay que tener en cuenta y, a continuación, pasemos a los consejos para mejorar la retención de la memoria.
Tipos de carga cognitiva a tener en cuenta
Las cargas intrínsecas están impulsadas por el propio material. Cuanto más compleja sea la materia, mayor será su carga cognitiva intrínseca. Algunas materias son intrínsecamente más complicadas y exigentes que otras, independientemente del nivel de experiencia o formación del alumno. Sin embargo, se puede facilitar su consumo acortando el tiempo de asiento en cada sesión de formación y utilizando recursos más interactivos. Por ejemplo, simulaciones que muestren al alumno cómo aplicar una habilidad en lugar de decirle cómo se hace.
Las cargas extrínsecas tienen que ver con las explicaciones, elaboraciones, diagramas y ayudas al estudio. Aunque son útiles, no son esenciales para el aprendizaje. Su contenido seguiría teniendo sentido sin ellas. Este tipo de carga tiene más que ver con el formato y el diseño de la entrega. Por ejemplo, en lugar de crear simplemente un vídeo de demostración para guiar a los alumnos a través de la tarea, se utiliza un diagrama demasiado complicado.
Las cargas cognitivas germinales expresan el peso de convertir el conocimiento en memoria a largo plazo mediante esquemas y automatización. Se refiere al modo en que el alumno procesa la información y a su capacidad para manipular y organizar conceptos.
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