Hace un tiempo, estuvimos buscando las diferentes formas de generar contenido formativo. Entre otras opciones, podríamos generar el contenido:
- A través de contenido oficial, como en el caso de leyes o reglamentos
- Mediante el trabajo de profesionales expertos
- Consiguiendo que sea un contenido generado por el alumnado
Hoy ha llegado el momento de explorar qué es el contenido generado por el usuario, cuáles son los beneficios clave y cómo se puede aprovechar de manera efectiva para el desarrollo de las personas.
Empecemos por el principio, hablamos de contenido generado por el alumnado cuando una persona que está realizando el curso descubre contenido de terceros que puede ser de interés: una noticia, una experiencia personal…
Esto incluye una amplia gama de formatos de contenido como: videos, imágenes, infografías, podcasts, artículos, presentaciones, publicaciones de blogs y temas y respuestas de foros.
Este tipo de contenido puede convertirse en un catálogo que puede servir para atraer al alumnado a nuevos cursos. En parte porque este contenido se crea y se comparte rápidamente. Además, como comentamos, se considera una información fiable y de gran utilidad.
Además, como el trabajo remoto o híbrido cada vez es una realidad aún mayor, este contenido generado por los usuarios ayuda a fomentar el aprendizaje social. Es un medio muy eficaz para intercambiar ideas y conocimientos, algo que tradicionalmente ocurre desde una oficina.
De esta forma, se consigue algo más que sólo dar respuestas; también logramos una influencia mayor en el resto del alumnado para cambiar acciones y comportamientos.
Esta puede ser una gran solución para las estrategias de organizaciones y empresas. Sobre todo teniendo en cuenta los costes. Conseguir generar este tipo de contenido es mucho más sencillo y económico que otros tipos de cursos y formaciones.
El mejor enfoque para un buen entorno de aprendizaje es una mezcla de capacitación formal e informal, en el que el diseño instruccional sea una importante guía sobre la que se articula todo.
Uno de los contenidos que despiertan mas curiosidad y generan mayor engagement es el que ha sido creado por el alumnado. Esto se basa en que este contenido es percibido como un contenido de gran valor e influencia por parte del resto del alumnado.
Esta teoría es muy positiva, pero claro es compleja llevarla a cabo y más aún si queremos que se genere de forma orgánica y estructurada.
Si vamos a utilizar esta formación te recomiendo seguir estos consejos que pueden ser de gran ayuda:
1. Utiliza un sistema donde sea cómodo compartir información
Parece una obviedad, pero si el alumnado no dispone de un sistema de comunicación útil es muy complejo que puedan desarrollar relaciones profesionales que permitan que generen contenidos. Puede ser un sistema de correo electrónico en un caso específico, pero lo más cómodo es utilizar un foro o herramientas específicas como Microsoft Teams, Google Workplace, Slack o incluso Discord. Aunque las principales plataformas de formación LMS disponen de estos espacios de conversación.
2. Crea una serie de normas o pautas claras
Es fundamental generar un espacio de conversación sana y enriquecedora. Para ello, generar unas buenas prácticas, ejemplos o plantillas puede ser muy útil para que todo el alumnado comprenda la utilidad de esta herramienta.
Estos sistemas también deben incluir la monitorización para confirmar la calidad y precisión del contenido. Deberíamos plantearnos qué tipo de información imprecisa o incorrecta puede compartirse y cómo manejar esta situación. Un buen ejemplo podrían ser los comentarios de otras personas que pueden ser un gran filtro inicial para comprobar si el contenido es interesante.
3. Empieza poco a poco
No es necesario que desde el comienzo tengas ya todo el sistema montado. Este es un sistema que está muy vivo, puesto que cada curso, cada contenido y, por supuesto, cada persona se relaciona y se comporta de forma diferente. La idea sería comenzar y prestar mucha atención para encontrar las debilidades y fortalezas y comenzar a construir la conversación y el contenido desde ese punto.
4. Identifica las brechas de habilidades o conocimientos
Ya hemos comentado la importancia de identificar, manejar y estrechar las brechas de conocimiento en la empresa. Una opción rápida y sencilla puede ser crear encuestas o sondeos donde se puede ver fácilmente cual es la expectativa del equipo y qué quieren aprender.
5. Los reconocimientos y los incentivos son clave
Las recompensas son una parte fundamental de cualquier acción de este tipo. En ocasiones, no es necesario que sea económica o un sistema único. Tal vez una insignia en el perfil de cada persona que participe y comparta puede ser muy válido.
Tengamos en cuenta que no todas las personas van a querer contribuir o incluso no todas las personas podrán darle el valor al contenido generado por el usuario. Sin embargo, si conseguimos saltar este pequeño bache podremos comenzar a fomentar la aceptación y participación.
Como ves, crear un curso puede ser complejo. ¿Qué te parece si revisamos algunos ejemplos de cursos?
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